En el 80% de la población encontramos desviaciones del tabique o crestas y/o espolones, pero esto no significa que en todos los casos el tabique deba ser operado.
En muchas ocasiones estas desviaciones son bien toleradas y, en múltiples casos el paciente ignora el hecho de la desviación. Solo serán candidatos a cirugía aquellos pacientes sintomáticos.
La desviación del tabique nasal es un hecho natural, propio de su desarrollo y, salvo excepciones, no existen antecedentes traumáticos que lo justifiquen. Pequeños golpes durante la infancia, que pasan desapercibidos o incluso el propio traumatismo durante el proceso de expulsión en el canal del parto, pueden ser causa a posteriori de desviaciones septales.