En principio, la rinoplastia no es un procedimiento molesto ni doloroso. Si tuviese alguna molestia o dolor, el personal sanitario le administrará los analgésicos necesarios.
Nosotros, en principio, no taponamos la nariz, por lo que podrá respirar desde el primer momento y eso hará que el postoperatorio sea más confortable y menos molesto. En raras ocasiones puede sufrir una hemorragia postoperatoria que nos obligue a taponar la nariz, habitualmente por un período de unas 24 horas.
Es normal que después de una cirugía nasal y, durante un periodo de unos 7-10 días, tenga la sensación de tener un catarro, como cuando está constipado/a. Esto se debe a un cierto grado de inflamación de la mucosa nasal.
También es probable que aparezca algún hematoma alrededor de los ojos, y un cierto grado de edema en la cara. Todo esto se resolverá en una semana.